Generalmente se trata de calderas de gas o de gasóleo que a parte de suministrar calefacción, disponen de un inter-acumulador de entre 50 y 200 litros, donde se prepara el ACS.
Se trata de un sistema de calentamiento indirecto por acumulación.
El depósito reunirá los requisitos de seguridad, aislamiento y prevención de la corrosión.