Un sistema de dos o más cuerpos con diferente temperatura y próximos entre sí, se ve sometido a un traspaso de energía térmica del que tiene mayor temperatura al que la tiene menor, hasta que todos ellos adquieren la misma. Este traspaso de energía se denomina transmisión de calor y puede ser por: conducción, convección y radiación.
Conducción: Las moléculas de un cuerpo con mayor temperatura, tienden a ceder calor a las colindantes que la tienen menor, hasta que todas quedan a la misma temperatura. Por ejemplo: una varilla metálica calentada por un extremo transmite el calor al otro extremo.
Convección: Los fluidos (gases y líquidos), al ser calentados siguen este proceso: las moléculas aumentan de volumen y temperatura y se elevan, dejando ese espacio a otras moléculas que repiten el ciclo, produciéndose de este modo un flujo del fluido ascendente en el que todas las moléculas tocan la superficie caliente para incrementar su temperatura. Si la superficie fuese fría ocurriría el mismo proceso pero el flujo sería descendente.
Por ejemplo: se calienta en un puchero sobre el fuego cierta cantidad de agua. Por conducción se transmite el calor de la parte exterior a la interior (fondo del puchero). Al comenzar a calentarse el agua del interior, se generan las corrientes de convección mediante las cuales el agua caliente se eleva dejando el hueco al agua con menor temperatura. En la parte superior del puchero ocurre lo mismo pero con pérdida de calor con el exterior.
Radiación: Todos los cuerpos irradian calor en todas las direcciones. El que mayor cantidad irradia se enfría y el que irradia menos de la que recibe, se calienta.
Por ejemplo: La Tierra durante el día recibe radiaciones del sol calentando su superficie, al ser mayor la cantidad de radiaciones que recibe de la que emite, la tierra se calienta. Durante la noche la Tierra emite mayor cantidad de radiación de la que recibe del resto de las estrellas y en consecuencia se enfría, salvo en el caso de que haya una capa de CO2 procedente de las combustiones de los hidrocarburos (efecto invernadero), que actúan igual que los cristales empleados en la construcción de placas solares, que impiden la expulsión de las radiaciones de infrarrojos, ganando así energía térmica.
Otro ejemplo: El sol, por radiación calienta los muros de un edificio y por convección y conducción entra el calor al interior de las viviendas. Para evitar estos aumentos de calor en zonas muy cálidas, se pintan las fachadas de color claro, reflejando así las radiaciones solares.
